Efectivamente, la aplicación del método integrador en la mediación persigue el quebrantamiento de paradigmas y posturas rígidas que sólo limitan en el marco de  cualquier sistema organizacional.

La mediación integradora, creada por la Dra. María del Castillo Falcón Caro, aplica el método integrador al proceso de mediación, y consiste en integrar no sólo la aptitud, sino sobre todo la actitud de un mediador en el afrontamiento de conflictos, ya sean personales como profesionales o en torno a la empresa. Y para ello utiliza como principales herramientas la Programación Neurolingüística (PNL) y técnicas de Coaching, además de las propias de la Mediación.

El modelo integrador filtra técnicas o habilidades propias de la Mediación a través de la PNL para su aplicación al proceso, y/o aplica técnicas de la PNL a la gestión del proceso de Mediación, así como a la formación de la actitud que debe mantener el Mediador como profesional en la gestión del proceso.

Pero, ¿qué es la PNL?

La PNL o Programación Neurolingüística nace de una metodología diseñada por Richard Bandler (informático) y John Grinder (psicólogo y lingüista), que unifica las mejores estrategias de desarrollo personal diseñadas por terapeutas como Fritz Perls, Virginia Satir o Milton Erickson. La PNL es una aplicación de programas de comportamiento a través de las percepciones sensoriales que determinan nuestro estado emocional subjetivo y del lenguaje o de la comunicación.

A través del método integrador se rompen paradigmas con la PNL a través de fórmulas dúctiles como considerar que “en un sistema, el elemento más flexible y con más alternativas es el que domina el sistema”, parámetro fundamental en una organización como la empresarial que podría cambiar su forma de liderar en base a ello, así como afrontar los conflictos internos que surjan tanto en la empresa como entre empresas.

Es fundamental tomar conciencia  de las limitaciones de nuestro mapa para conseguir ampliarlo y así  aceptar un marco de resultados óptimos o de acuerdos en una mediación, y el profesional mediador a través de este método dirige el  proceso  con tal objetivo.

Además, la mediación integradora parte de que no es lo mismo conducta que identidad. Los mediadores trabajan con la persona desde el respeto a la misma, ya forme parte o no de una empresa, familia, etc, y siempre teniendo en cuenta que la persona no es su comportamiento ni sus circunstancias, confiriéndole  a ésta poder sobre ellas, en vez de que sean éstas las que le dominen, porque  tenemos disponibles todos los recursos que necesitamos para aprender y para cambiar nuestros “mapas” y conseguir nuestros objetivos.